
Cuando a equipos como el Betis les toca enfrentarse a los llamados 'grandes', es difícil saber si les conviene que estén en una situación de dudas, en busca de una reacción, lo que a priori parece preferible, o que afronten el partido en un buen momento de juego o después de un gran éxito que pueda hacer que se relajen. Con el cruce copero del próximo miércoles, los de Pellegrini podían estar ante cualquiera de las dos tesituras, pero tras lo ocurrido anoche en Riad, ya saben que tendrán ante sí el más difícil todavía...
La posibilidad de cruzarse con un Barcelona repleto de dudas, si hubiera visto a su eterno rival levantar su tercer título de la temporada, estaba sobre la mesa. En estos casos, tampoco está claro si es mejor o peor para las posibilidades de sus rivales, pero siempre parece más favorable enfrentarse a equipos en problemas. Sin embargo, los verdiblancos se verán las caras con un equipo que, tras una serie de pobres resultados en LaLiga, ha recuperado en Arabia Saudí su mejor versión, pasando por encima del Real Madrid y levantando la Supercopa de España.

La mejoría del Real Madrid es oficial. Poco o nada tiene que ver este equipo con el que sorprendía, por lo negativo, en el arranque de temporada. Ante La Laguna Tenerife, un soberbio tercer cuarto (34-16) allanó el camino de la victoria con la que casi certifican su condición de cabeza de serie para el sorteo de Copa. Los tinerfeños, que lo hubieran sido de haber ganado, tendrán otra oportunidad.
El Madrid cerró una semana brutal con un partido cada dos días ganando todos sus compromisos pero, sobre todo, mostrando una mejor cara en su juego. Hay varios jugadores que han dado un paso adelante, entre ellos Serge Ibaka, muy criticado en los primeros meses, Andrés Feliz, que rinde mejor de dos que de uno, y Xavier Rathan-Mayes, quizá presionado por los muchos rumores de fichaje en los blancos. Y con la sombra de Devonte Graham sobrevolando el Movistar Arena.